Preguntas frecuentes

Acompañamos a niños y niñas de entre 1 y 3 años. Creemos que el primer año de vida es un momento profundamente fundamental para la criatura y su vínculo con el mundo. Es un tiempo en el que la presencia constante de las figuras de apego —especialmente mamá o papá— tiene un valor vital: no solo alimenta, también regula, organiza, sostiene.

Desde nuestra mirada, un espacio fuera del hogar, por muy respetuoso que sea, no puede —ni debe— sustituir la necesidad biológica y emocional de ese primer año de vínculo íntimo y continuo. Sabemos que no siempre es posible, y que la conciliación real brilla por su ausencia, pero desde donde nosotras podemos elegir, elegimos priorizar ese vínculo primario.

Seguimos el calendario escolar de Paterna durante el curso regular, de septiembre a junio, con vacaciones en Navidad, Pascua y verano. Sin embargo, también ofrecemos un servicio adicional durante algunos periodos no lectivos, como la escuela de Navidad, Pascua y la escuela de verano en julio.

Estos espacios tienen una continuidad con nuestra filosofía, pero se organizan de forma independiente y con condiciones específicas.

Acompañamos desde una mirada respetuosa, viva y consciente, inspirada en pedagogías como la de Emmi Pikler, Montessori, Waldorf, la teoría del apego y la educación viva.

Nos importa más el vínculo que el resultado, más la presencia que la instrucción. Observamos sin intervenir, confiamos en los ritmos de cada criatura y cuidamos cada momento como una oportunidad de relación, juego y desarrollo auténtico.

Mantenemos una ratio especialmente baja en comparación con lo habitual en otros espacios educativos. Para nosotras no es solo una cuestión organizativa, sino una decisión pedagógica central. Una ratio reducida nos permite observar con calma, acompañar con atención plena, respetar los ritmos individuales y crear una verdadera relación de confianza con cada criatura.

Creemos que el vínculo necesita tiempo, y el tiempo solo es posible si no estamos desbordadas. Por eso, cuidar la ratio es también cuidar la infancia.

No trabajamos con tiempos preestablecidos ni recetas universales: cada criatura y cada familia transita su propio ritmo. Creemos en la presencia serena, la escucha activa y la creación de un vínculo de confianza como base para que poco a poco el espacio se convierta en un lugar seguro.

En ese proceso, la figura de referencia acompaña, sostiene y cede paso gradualmente, permitiendo que la criatura explore, juegue y conviva desde la seguridad afectiva.

Viven un día con sentido. Juegan libremente, exploran el espacio a su ritmo, participan de rutinas que dan seguridad, se alimentan con calma, descansan cuando lo necesitan y comparten momentos de relación, movimiento y expresión. Todo transcurre dentro de un ritmo suave, armonioso y lleno de presencia.

No proponemos actividades dirigidas. Creemos que el juego libre y el movimiento espontáneo son las formas más ricas y profundas de aprendizaje. Sí ofrecemos canciones, cuentos o rimas dentro del ritmo del día, pero siempre como invitación, nunca como imposición.

Porque andar descalzos no es solo natural: es necesario. En El Camaleón Azul las criaturas se mueven libremente entre el interior y el exterior, y por eso pueden ir descalzas o con zapatillas blandas según lo que necesiten, sientan o elijan en cada momento.

Estar descalzos favorece el desarrollo del equilibrio, la coordinación, la conciencia corporal y la integración sensorial. Además, caminar con los pies libres conecta con la tierra, con el entorno, y con su propio cuerpo de una forma más profunda y auténtica.

Desde nuestra mirada, este pequeño gran gesto es también una forma de respetar el cuerpo, la libertad de movimiento y la presencia en el aquí y ahora.

Acompañamos los conflictos con calma y presencia. No juzgamos ni resolvemos por ellos: ayudamos a poner palabras, a sentir lo que ocurre y a buscar alternativas. Cada situación es una oportunidad de aprendizaje desde el respeto mutuo.

Una vez hayas contactado con nosotras, te ofreceremos una entrevista individual en la que puedas conocer el espacio, resolver tus dudas y compartir con calma vuestras necesidades como familia. Si finalmente decidís formar parte de El Camaleón Azul, os acompañaremos de manera personalizada en los pasos para la incorporación.

El Camaleón Azul no funciona como una ludoteca o servicio puntual. Nuestro enfoque se basa en la creación de un vínculo profundo, y eso requiere continuidad. Por eso, no ofrecemos asistencia por días sueltos.

Sí. La comida está incluida y es elaborada por Brècol, un catering ecológico que nos ofrece menús saludables y adaptados a las necesidades de cada criatura. Priorizamos una alimentación equilibrada, sin procesados ni azúcares, y adaptada a posibles alergias o intolerancias.

Los menús están cuidadosamente diseñados para ser equilibrados y saludables. Si tu hijo o hija tiene alguna necesidad específica (alergias, intolerancias, razones culturales), se adaptan sin problema. En esos casos, se trabaja en colaboración con la familia y el catering.

En El Camaleón Azul comemos con loza real, no con plástico. Creemos que los materiales auténticos transmiten belleza, cuidado y confianza. Usar vajilla de loza favorece la motricidad fina, la atención y el respeto por el entorno. También les muestra que confiamos en su capacidad de manejar objetos reales y significativos. Si algo se rompe, lo acompañamos como parte del aprendizaje, sin dramatismos.

Sí. El desayuno o almuerzo de media mañana lo trae cada criatura desde casa, en un pequeño tupper. Creemos que es importante mantener una continuidad con la alimentación del hogar en esa primera franja del día. Además, los tuppers vuelven tal cual para que las familias puedan ver lo que han comido.

La siesta no se impone, sino que se ofrece como una posibilidad en un entorno tranquilo y preparado. Quien necesita dormir lo hace sobre colchones de cuna con sábana de algodón., en penumbra, con música suave o silencio, y siempre acompañados por una persona adulta presente que vela el descanso.

Sí. Contamos con un patio natural de 270 m², un espacio vivo que las criaturas disfrutan libremente, entrando y saliendo según sus intereses y necesidades, en conexión directa con el entorno.

En el patio encuentran:

• Un arenero de más de 20 m² con arena de playa, ideal para el juego sensorial y simbólico.
• Una casita de madera, que invita al juego simbólico, al refugio y a la relación.
• Un domo para escalar, que favorece el desarrollo motor, la coordinación y la autonomía.
• Una colchoneta elástica, que acompaña el movimiento libre, la alegría corporal y la autorregulación.
• Una mesa sensorial que se renueva con materiales propios de cada estación, invitando a explorar texturas, colores y olores en conexión con la naturaleza y el momento del año.

El exterior es una extensión natural del interior: sin barreras rígidas, con continuidad y coherencia. Un lugar donde el cuerpo, la imaginación y los sentidos se despliegan con libertad, presencia y alegría.

El horario habitual de El Camaleón Azul es de 9:00 a 15:00, con una entrada amable y flexible con las necesidades tanto de la criatura como del grupo, por ello intentaremos que sea entre 9:00 y 9:15, y una salida cuidada y familiar entre 15:00 y 15:15. Elegimos este ritmo porque sentimos que es el que mejor acompaña a las criaturas: les permite vivir la jornada con tranquilidad, sin prisas ni esperas prolongadas, respetando sus ritmos vitales y emocionales. Además, ofrecemos un servicio opcional de ampliación de horario, tanto por la mañana (de 8:30 a 9:00) como por la tarde (de 15:15 a 15:45), que se puede contratar aparte.

Sabemos de la dificultad real de conciliar vida laboral y crianza en la sociedad actual pero también somos conscientes que pasar tantas horas fuera del hogar no siempre es lo más deseable para una criatura tan pequeña.

Sí. Contamos con un pequeño huerto que cuidamos entre todas y todos. No se trata solo de plantar y recolectar, sino de vivir procesos: regar, observar, esperar. El huerto es una oportunidad maravillosa para estar en contacto con la tierra, comprender los ciclos de la naturaleza y aprender a cuidar de algo vivo con paciencia y respeto.

Cercana, constante y basada en la confianza.

La comunicación con las familias es parte fundamental de nuestro enfoque: no solo informamos, compartimos. Acompañamos a las criaturas, pero también sostenemos a quienes las acompañan.

Hablamos cada día en las entradas y salidas, y también a través de reuniones individuales y grupales, encuentros familiares, pequeños espacios de tutoría y canales abiertos para resolver dudas o compartir vivencias.

Creemos que cuando familia y acompañantes caminan en la misma dirección, la criatura se siente más segura, más vista y más libre.

No. El Camaleón Azul no es una guardería ni un servicio asistencial tradicional.

Es un espacio de crianza y educación viva, un lugar que se vive como una extensión del hogar, donde cada criatura es acompañada desde el respeto, la presencia y el vínculo.

No es un lugar para “dejar a los niños” o “guardarlos” es un espacio para acompañarlos, en comunidad, estando muy presentes y atentas a sus primeros años de vida con todo el valor que se merecen.